Sentido del arte
Desde mi perspectiva el arte es placer, provocación y seducción. Asombro, desafío, ruptura, reflexión desde el encanto de la vida y la imaginación.
Romper los espejos del lugar común, mirar el revés y el revés del revés. Hurgar en el yo y en el mí, en el aquí, el ahora, el ser, el no ser, el todo y la nada.
Renacer en la niña interior pícara, lúdica, incorruptible y cabezona, revivir la ternura y lucidez de su mirada.
Crear dentro de la incertidumbre vital con alegría y entusiasmo, jugar con la sombra, provocar al placer y a la risa.
Desatar y alimentar la imaginación, girar los ojos, variar los puntos de vista, asumir la irreverencia y el riesgo.
Difuminar límites, empujar fronteras, avanzar en el asombro y la voluntad, penetrar nuevos umbrales, podarse y renacer, abrir horizontes. Avanzar hacia nuevos focos en alas de la sabiduría interna tras lo ignorado y lo soñado.
El lenguaje del arte ha de ser el “necesario” nuevo y diverso cada vez. Del adorno al minimalismo con gracia, con encanto. Sorprender al ojo, al oído, al intelecto; buscar al inconsciente, mover las energías de la mismidad y de la otredad.
Avanzar en el “Dominio” como conocimiento, como umbral, puerto que conquistado debe quedar atrás. Camino andado y paso al frente para reinventarse, para reinventar el universo.
Procesos técnicos
Plástica
Mi obra comienza con el dibujo de formas y superficies a base de variaciones repetitivas, ritual de y con el grafismo mirando la vegetaleza.
Paisaje, figura humana y animal, bodegón. Diseños del realismo a la abstracción con tinta china, acuarela, óleo, acrílico, grafito, cuchilla y goma de borrar sobre papel, tela, cartón. Dibujo, pintura, grabado en metal, escultura en tela, collage, decollage, rasgado, cosido, cortado.
La forma es contenido y el contraste despierta los sentidos y provoca asombros, pare inquietudes, potencia abismos, propone juegos. Primero tinta, ahora lápiz de grafito, mi niña recorrió jardines y hoy traza dramas adultos. Del blanco al negro, luz, línea, mancha, sombra y los grises del arrastre de la goma de borrar.
Complejidad, simplificación, llegar a lo lleno y alcanzar el vacío, pellizcar la síntesis.
Literatura
Por los sigNoS de los siglos Amén combina las historias familiares de la infancia con la memoria adulta, y lo hace desde el rezo del RosaRio; ritual que por íntimo y familiar es formador esencial de mi psique. El libro también combina la palabra como sentido y grafía, el diseño gráfico y el dibujo. En su totalidad el texto goza y hace gozar, sonríe y ríe, espanta al “lugar común” y le hace muecas al aburrimiento.
Texto imagen y palabra construido para ser dicho, texto para la voz alta, texto para ser oído. RisaRecurso de adulta, risa infantil, femenina, risa para deconstruir la seriedad del patriArca. Espejo de varias caras para la lectura múltiple, para disLocar miradas y engalanar la alegría. Texto que por plurisémico desencaJa las verdades, siembra preguntas que crecen, umbrales y paradojas.
Soy
Raquel Villarreal Montoya.
Creadora de la plástica y la literatura costarricense.
Académica jubilada de la Universidad Nacional.
Marinada en la ideología católica, apostólica y romana, fui cocinada en las brazas del patriarcado que me quería Eva de carne sumisa. Pero resulté artista, Lilith esquiva.
La fé religiosa de mi personalidad básica explotó ante la necesidad de vivir y la mujerez que me vertebra centró mi ser.
Mi juventud fue adobada por la Universidad, la imaginación, la maternidad, el amor, el dolor, la voluntad, el sueño, el umbral, el asombro y la sombra.
Me hice adulta y artista en y con la academia. Madura elegí la alegría que inundó de mar mi fuego, reconciliándome con la vida y con mi niña que perdida en el bosque busca a su abuela, a pesar de y con los cazadores.
El texto de mi vida lleva hijos y discípulos, lleva colegas y nietos, amores y desamores, está lleno de palabras y poblado de dibujos. He tejido con la nada, con el abismo y la sombra, con el color, el grafito, el silencio y la palabra.
Es un texto hecho de puentes, rupturas y sinrazones, hilos negros e ilusiones, de amistades y adherencias, de risas, genes pasiones.
Texto de verdes y azules, granas, familias y cambios. Charcos y espejos del tiempo, años plenos de amistades, búsquedas, juegos y de amores que más allá de la sangre cicatrizan en ombligo.
Por los sigNoS de los siglos Amén
Raquel Villarreal, Abril 2009
raquelvillareal@ice.co.cr
Desde mi perspectiva el arte es placer, provocación y seducción. Asombro, desafío, ruptura, reflexión desde el encanto de la vida y la imaginación.
Romper los espejos del lugar común, mirar el revés y el revés del revés. Hurgar en el yo y en el mí, en el aquí, el ahora, el ser, el no ser, el todo y la nada.
Renacer en la niña interior pícara, lúdica, incorruptible y cabezona, revivir la ternura y lucidez de su mirada.
Crear dentro de la incertidumbre vital con alegría y entusiasmo, jugar con la sombra, provocar al placer y a la risa.
Desatar y alimentar la imaginación, girar los ojos, variar los puntos de vista, asumir la irreverencia y el riesgo.
Difuminar límites, empujar fronteras, avanzar en el asombro y la voluntad, penetrar nuevos umbrales, podarse y renacer, abrir horizontes. Avanzar hacia nuevos focos en alas de la sabiduría interna tras lo ignorado y lo soñado.
El lenguaje del arte ha de ser el “necesario” nuevo y diverso cada vez. Del adorno al minimalismo con gracia, con encanto. Sorprender al ojo, al oído, al intelecto; buscar al inconsciente, mover las energías de la mismidad y de la otredad.
Avanzar en el “Dominio” como conocimiento, como umbral, puerto que conquistado debe quedar atrás. Camino andado y paso al frente para reinventarse, para reinventar el universo.
Procesos técnicos
Plástica
Mi obra comienza con el dibujo de formas y superficies a base de variaciones repetitivas, ritual de y con el grafismo mirando la vegetaleza.
Paisaje, figura humana y animal, bodegón. Diseños del realismo a la abstracción con tinta china, acuarela, óleo, acrílico, grafito, cuchilla y goma de borrar sobre papel, tela, cartón. Dibujo, pintura, grabado en metal, escultura en tela, collage, decollage, rasgado, cosido, cortado.
La forma es contenido y el contraste despierta los sentidos y provoca asombros, pare inquietudes, potencia abismos, propone juegos. Primero tinta, ahora lápiz de grafito, mi niña recorrió jardines y hoy traza dramas adultos. Del blanco al negro, luz, línea, mancha, sombra y los grises del arrastre de la goma de borrar.
Complejidad, simplificación, llegar a lo lleno y alcanzar el vacío, pellizcar la síntesis.
Literatura
Por los sigNoS de los siglos Amén combina las historias familiares de la infancia con la memoria adulta, y lo hace desde el rezo del RosaRio; ritual que por íntimo y familiar es formador esencial de mi psique. El libro también combina la palabra como sentido y grafía, el diseño gráfico y el dibujo. En su totalidad el texto goza y hace gozar, sonríe y ríe, espanta al “lugar común” y le hace muecas al aburrimiento.
Texto imagen y palabra construido para ser dicho, texto para la voz alta, texto para ser oído. RisaRecurso de adulta, risa infantil, femenina, risa para deconstruir la seriedad del patriArca. Espejo de varias caras para la lectura múltiple, para disLocar miradas y engalanar la alegría. Texto que por plurisémico desencaJa las verdades, siembra preguntas que crecen, umbrales y paradojas.
Soy
Raquel Villarreal Montoya.
Creadora de la plástica y la literatura costarricense.
Académica jubilada de la Universidad Nacional.
Marinada en la ideología católica, apostólica y romana, fui cocinada en las brazas del patriarcado que me quería Eva de carne sumisa. Pero resulté artista, Lilith esquiva.
La fé religiosa de mi personalidad básica explotó ante la necesidad de vivir y la mujerez que me vertebra centró mi ser.
Mi juventud fue adobada por la Universidad, la imaginación, la maternidad, el amor, el dolor, la voluntad, el sueño, el umbral, el asombro y la sombra.
Me hice adulta y artista en y con la academia. Madura elegí la alegría que inundó de mar mi fuego, reconciliándome con la vida y con mi niña que perdida en el bosque busca a su abuela, a pesar de y con los cazadores.
El texto de mi vida lleva hijos y discípulos, lleva colegas y nietos, amores y desamores, está lleno de palabras y poblado de dibujos. He tejido con la nada, con el abismo y la sombra, con el color, el grafito, el silencio y la palabra.
Es un texto hecho de puentes, rupturas y sinrazones, hilos negros e ilusiones, de amistades y adherencias, de risas, genes pasiones.
Texto de verdes y azules, granas, familias y cambios. Charcos y espejos del tiempo, años plenos de amistades, búsquedas, juegos y de amores que más allá de la sangre cicatrizan en ombligo.
Por los sigNoS de los siglos Amén
Raquel Villarreal, Abril 2009
raquelvillareal@ice.co.cr
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